Categoría: Comunicados

Carta | Al Almirante Barrera, de un marino triste

Señor Almirante
GUILLERMO BARRERA HURTADO
Ciudad.

 

Copia: Presidencia de la República
Comando General
Procuraduría General de la Nación
Contraloría General de la Nación.    

 

Señor Almirante:

 

En los albores de la Escuela Naval, nuestros antecesores y maestros nos enseñaron el valor de la palabra “honor”, que encierra más significados y que muchos de nuestros hombres han honrado, aún con la de su propia vida. Hoy, nos sentimos alarmados con sus pronunciamientos  y su declaración ante la Corte Suprema de Justicia, de no recordar los hechos tan graves denunciados por  usted mismo. Nos asalta la pregunta, si en aras de colegir una defensa se llegan a esos  hechos de dejar en el espacio de no recordar nada y de esta forma no corregir algún error o falta de rigor de las investigaciones en contra del Almirante Arango o lo más grave de dejar en el ambiente como Pilatos,  una   denuncia tan grave y no asumir la responsabilidad que se equivocaron o creyeron fehacientemente en una información. Cada día que pasa los errores son más  visibles y los colombianos de bien, nos sentimos más avergonzados de quien dirige la Armada,  por faltar a la verdad y por el “honor del militar”  en no asumir sus  responsabilidades.

Hoy la Armada está en manos de almirantes áulicos, de falta de dignidad (Caso Almirante Román) a quien lo retiraron por incapacidad profesional demostrada en sus más de 35 años de servicio y fue llamado nuevamente y con la ilusión de que sería comandante de la institución y con su aceptación que se llegara a este estado y con mensajes equivocados a sus subalternos. Usted como comandante nunca debió permitir esta falta de respeto con la institución.

Hoy la Armada se sumerge en la mediocridad por falta de líderes y comandantes, su paso dejó huellas de corrupción, falsos positivos, falta de compromiso, ausencia de profesionalismo  y sobre todo de una percepción errónea de comandar una institución tan preciada de los colombianos, sólo con coqueteos  roscas, servilismo y ausencia de políticas coherentes, como lo debe ser hoy una Armada moderna y pujante. La historia será implacable con su legado. La voluntad de sus combatientes  se logra con el respeto,  con la entrega, con el conocimiento, con el liderazgo y sobre todo con el “HONOR MILITAR”.

La seguridad democrática, que usted nunca entendió, ni quiso entender, porque ante sus subalternos  se escondía o rehusaba sus responsabilidades y no afrontaba las realidades del país. Fue un almirante con suerte, porque nunca  se evidenció con sus superiores su falta de entrega y compromiso, pero hoy ha sido descubierto. Su asesor Almirante  ECHANDÍA, un hombre diabólico le ha hecho mucho daño a la institución por sus ambiciones de poder. Sus  fechorías junto con el Capitán TABARES, LAGOS, TOVAR, COLÓN, han comprometido a este gobierno, al país, y a las instituciones  para colocar en escarnio público a personas inocentes. Ellos pagarán sus culpas y serán esclavos de los perjuicios que le han propinado a más de un centenar de personas.

Mi tristeza de colombiano de bien, de conocedor de nuestra Armada, con familiares y arraigo familiar en esta institución tan querida, ha sido mancillada por hombres de falta de honor. De los errores hay que aprender, y el gobierno sabrá corregir los mismos con un timonazo y una clara voluntad de que los hombres que están en ella, lo hacen por amor y por llevar la paz a los colombianos, ese es el precepto que nuestro Presidente exige, hombres de honor,  hombres de trabajo, hombres de acero y hombres de entrega total. Por una causa.

El Almirante ARANGO, será el que inicie esta revolución en la Armada, al descubrir y luchar por una causa injusta. Dios lo perdone a usted y sus asesores.

Y a propósito. Los excomandantes de la Armada a excepción del Almirante SOTO,  quienes firmaron una carta de respaldo al Almirante BARRERA, tendrán una respuesta a esta ligereza.

 

Carta | Al Almirante Barrera, de un marino triste